5 Actividades que a tus hijos les encanta hacer en casa

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5 Actividades que a tus hijos les encanta hacer en casa

La diversión, el descubrimiento y el disfrute de nuevas sensaciones caracterizan los juegos infantiles. Para tu hijo no hay días aburridos sino espacios demasiado limitados. Por eso, cuando no les damos tantas reglas, ellos hacen de lugares cotidianos, como la casa, un gran parque de diversiones. Permitirles este juego libre y despreocupado no solo será un recuerdo maravilloso de su hogar, sino un soporte emocional y sensorial indispensable para su niñez y estupendo para incentivar su creatividad.

1. Laberintos y oscuridades

Jugar a estar en lugares por descubrir emociona y abre paso a la imaginación. Ya sea fijando su mirada en una fisura de la pared o abriendo roperos, los niños recrean mundos infinitos. Para ellos, la casa nunca es pequeña. Hay escondrijos, puertas, balcones y alacenas, lugares perfectos para iniciativas infantiles, como los juegos de escondite y exploraciones.

Los favoritos son los espacios bajo la mesa del comedor, por la oscuridad y el juego de barrotes; también la habitación de sus padres, por la emoción de adentrarse en un espacio de autoridad. Si el niño es hijo único, usará mucha imaginación y será el narrador omnisciente de sus aventuras. Si le acompañan sus hermanos, primos o vecinos, será cómplice de un comando muy creativo.

2. Océanos y agua dulce

Sumergirse en la densidad del agua, aunque esté en un vaso, es uno de los ejercicios de abstracción favoritos para los niños. El contacto con el agua no se restringe a las plácidas bañeras, pues ellos se abren a experiencias sensoriales extremas, como mojarse con las mangueras del jardín o bajo el agua de lluvia que cae como cataratas desde el tejado.

Si no salen de casa, los pequeños suelen abstraerse en juegos imaginarios, como pegar su nariz en la ventana y dibujar sobre el vidrio empañado. Pero los hay más dinámicos. Si les gusta el origami, soñarán frente al lavamanos que navegan sobre el río Magdalena en barcos de papel. Si tienen globos, los pueden llenar de agua e improvisar un carnaval que sin la adecuada supervisión podría convertirse en una amenaza para la alfombra o en un atentado para los vecinos.


3. El cielo es el límite

Volar ha sido desde los principios de la humanidad el sueño por excelencia. Todo niño descubre en algún momento que saltar sobre la cama es sumamente divertido. A veces, lo repiten los hermanos más pequeños, quienes por carecer de la destreza adecuada, podrían lastimarse.

Las piruetas y los juegos de destreza son muy emocionantes. Improvisar un gimnasio que ejercite a los niños, es una tradición que va de generación en generación. Ellos mismos suelen seleccionar y mover los muebles más adecuados, crear una rutina que incluye arrastrarse, estirarse, desplazarse y brincar, entre muchas otras ideas. Estos juegos son excelentes para estimular el equilibrio y la autoestima.

4. Monstruos y seres de otros mundos

Con o sin mascotas, los niños siempre llegan hasta donde está la vida animal. Especialmente aquellos con gran curiosidad. Algunos niños actúan como biólogos, veterinarios o investigadores y planifican estudios extraordinarios con su gato, perrito o hámster.

Las niñas apuestan por la coquetería y peinan a sus mascotas, las perfuman y crean historias de novela. Los varones suelen ser más osados: un juego frecuente es atrapar insectos y quedarse con ellos durante horas, observando y alterando su contexto para discernir conclusiones “científicas”.

5. Banquetes originales

Probar sensaciones extrañas es otro juego común de los niños en casa. Ya sea bajo la supervisión de sus cuidadores o como actividad exploratoria y sin guía, usar el olfato y el gusto es una delicia para ellos. Es común escuchar de otros padres que sus hijos comen crayones de cera, prueban la tierra de las materas e incluso, llevan a su boca líquidos provenientes de la despensa de limpieza; por lo que es recomendable dejar fuera de su alcance aquellos que puedan ser peligrosos.

Jugar a cocinar y hacer retos para comer cosas extravagantes son algunos clásicos. Los expertos aconsejan proveer a los niños de materiales que les permitan aprovechar esta inclinación a comer cosas diferentes con creatividad. Por ejemplo, usar obleas como lienzos y aplicar como pintura leche condensada con colorantes comestibles, es una actividad artístico-gastronómica que les encantará.

Los niños tienen una inclinación natural a las actividades lúdicas. Solo motiva a tu hijo a ser libre, creativo y seguro de sí mismo para desarrollar su imaginación en casa. Toma precauciones para que esos juegos maravillosos no se conviertan en amenazas para su integridad. Estudia medidas para mantener un círculo de seguridad a su alrededor. Así, aunque no tengan un adulto cerca, podrían evitar estar bajo la amenaza de accidentes domésticos.